dilluns, 25 d’octubre del 2010

La mujer invisible

Mi vida era casi perfecta, antes de que me sucediera esto, esto que me impide seguir una vida normal. antes tenia novio, vivia bien, tenia un gran trabajo, y ahora qué! cómo puedo tener novio si ni siquiera pueden verme! A ver, aceptemoslo ser invisible está bien, puedes hacer lo que quieras sin que otros lo vean, puedes espiar a quien quieras y también hacer bromas a los jovenes; y sobretodo, lo más importante, junto con esta invisibilidad me vino de regalo unos estupendos superpoderes. . ¡Con ellos puedo salvar el mundo! Sabes lo importante que es esto, ¡ te llena tanto salvar a las personas! Salvar al mundo junto con los chicos; yo soy la única chica de los cuatro, se supone que yo debo ser la responsable de todos, vigilarlos para que no empiecen con sus tonterías, que si pelearse entre ellos, que si ahora quiero ser famoso, ¡ y porque tengo que ser yo quién los vigile! de vez en cuando me gustaría ser yo quien no fuera responsable y hacer lo que quisiera! Pero ... no pasa nada, creo que estoy destinada a ser así, no lo puedo evitar, siempre quiero hacer lo correcto, además me gusta hacer lo correcto.
¡Ser un superheroína es genial!

divendres, 11 de juny del 2010

Los refranes

Buenas noches. Traigo un humor de perros. Vengo de un bar donde me he encontrado con un camarero refranero, ¡Tela marinera! Diez minutos ha tardado en traerme un café y cuando le digo: ¡Hombre, ya era hora!. El tío me suelta: Más vale tarde que nunca. Y entonces me fijo...: Oiga, aquí hay un pelo.... Y me suelta: Bueno, ¡donde hay pelo hay alegría, hombre!. Joder, qué alegría ni que leches, haga el favor de ponerme otro café y se dé un poquito de vidilla que me tengo que ir. Y me contesta: Bueno, bueno, vísteme despacio que tengo prisa...Oiga, ¿Me va a contestar a todo con refranes? Ya sabe, hombre refranero, medido y certero. ¿Certero? Pues me está usted tocando un poco las tres de la tarde, la verdad... ;El que se pica ajos come...
¡Joder, qué brasa! Que se me han quitado las ganas de café y de vivir y de todo... Y todavía cuando salgo, para rematar la faena me dice: A enemigo que huye, puente de plata. Nada, que no hay quien pueda con un refranero. Y es que cuando la gente dice un refrán, se cree que está diciendo una verdad indiscutible. Y, me van a perdonar, pero no es así.
Siempre se ha dicho que los refranes son anónimos, pero yo creo que no es difícil saber quien los ha hecho, es más, estoy convencido de que están hechos por una sola persona. Un hombre, para más señas. Y analizándolos, hasta podría hacerles un retrato robot del individuo: Para empezar, estaba como una cabra. Porque algunos refranes no tienen ningún sentido. Explíqueme éste: Cabeza gorda, ojos hermosos ¿Cómo que cabeza gorda ojos hermosos? Eso es mentira. No hay más que ver a Pujol...
¿Y éste? Va uno y dice... Al revés te lo digo para que me entiendas... Pero bueno ¿Tú eres gilipollas? Dímelo al derecho y te entenderé. El inventor de los refranes o era tonto o tenía más morro que un oso hormiguero. Se inventaba un refrán, pero siempre tenía otro preparado por si le pillaban: ¿Qué se quería ir a hacer footing? A quién madruga Dios le ayuda... ¿Qué se le pasaba la manía del footing? No por mucho madrugar amanece más temprano... ¿Qué le daba por acostarse pronto? A las diez, en la cama estés... ¿Qué se le pasaba la manía de acostarse pronto? Quien mucho duerme, poco vive... Y arreglado. En fin, que a mí me descoloca.
Con el amor también se contradice: Contigo pan y cebolla. Pero luego tiene otro refrán: Tanto tienes, tanto vales, que esto me lo creo más. Porque, tú vas con unas stock options a una discoteca y ligas con la que te dé la gana... Ahora, ¡Vete tú con una barra de pan y una cebolla y verás lo que te comes...! Como no te comas la cebolla...
Además, no creo que él estuviera muy puesto en este tema, y digo él porque estoy convencido de que es un hombre. Sobretodo teniendo en cuenta que hay un refrán que dice El hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso ¿Cómo creen ustedes que sería el tío éste? ¿Guapo o feo? ¡Pues feo! ¡Por eso se inventó el refrán! El tío tenía que ser un regalito. Cabeza casposa, poco piojosa ¿Pero será desagradable?...
Eso sí, luego era delicado, no se crean que le gustaba cualquiera... A la mujer, le pedía unas condiciones imposibles: Teta que la mano no cubre, no es teta, que es ubre y Teta que baila en la mano, no es teta que es grano. Vamos, que tenían que tener las tetas homologadas... Como un casco de moto.
El tío tenía muy claro lo que le interesaba de las mujeres: A las mujeres y al papel, hasta el culo le has de ver... Que no me parece a mí, una forma de presentarse... Buenos días, ¿Me enseña usted el culo?... Y no acaba ahí la cosa. ¿En qué otra zona se fijaba?... Tira más pelo de coño que maroma de barco... . ¡Hala! ¡Este tío era un enfermo!.
Otro dato que conocemos del inventor de los refranes, es que no debía tener muy buen concepto de Dios, porque lo pone de vuelta y media: Dios da legañas al que no tiene ojos, Dios da mocos al que no tiene pañuelos. Vamos, que Dios no da ni una. Ya podría hacer un cursillo antes de ponerse a repartir a tontas y a locas. Pero éste es el peor: Dios da nueces a quien no tiene muelas ¡Hombre, eso ya es mala leche!.
Y para demostrarles que los refranes no tienen ni pies ni cabeza, les voy a decir unos que he encontrado en el refranero y que me han dejado totalmente alucinado: Chocolate y agua fría cagalera a medio día ¡Ole! A una mujer bigotuda, desde lejos se saluda ¡Venga! ... Y mi favorito: Al que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas ¡Toma ya!.
Después de lo visto, está claro que el tío era un impresentable y que la mayoría de los refranes los hacía sólo porque rimaban... En agosto frío al rostro... Claro, como rima, pues ya está... Así cualquiera hace un refrán... Yo mismo: En enero, aquí te espero, En octubre... pon la lumbre y En mayo... cuídate el callo ¡Mira como Julio no tiene refrán...! ¡A ver quién le busca una rima a Julio!. Les dejo que lo piensen. Buenas noches.

divendres, 4 de juny del 2010

¿QUÉ PASARÍA SI LOS HOMBRES SE QUEDARÁN EMBARAZADOS?

Dicen que la población está envejeciendo. Los políticos piden niños, no hay más que ver la que se ha montado con el primer niño del milenio, que menuda paliza nada más nacer... Pues no es por culpa de las mujeres, nosotras ya hacemos lo que podemos, de hecho parimos, aunque tal y como está el empleo ponte a pedir bajas maternales... Por eso yo creo que si quieren que haya más niños, que los hombres también se embaracen. Auque no sé si eso solucionaría el problema, porque... ¿se imaginan lo que pasaría si los hombres se quedasen embarazados?

Por ejemplo, está claro que los hombres son unos flojos. No soportan el dolor. Así como las mujeres aguantamos casi hasta el último día yendo a trabajar, ellos, con lo quejicas que son, en el momento en que les diera positiva la prueba entrarían amarillos en el despacho del jefe con al rana tiesa en la mano:

- Mire, mire cómo estamos... Deme la baja, que ya tengo náuseas,

vengo vomitando desde el laboratorio por la ventanilla.

Cuando estamos embarazadas, ellos saben que no pintan nada,

pero como se empeñan en agradarnos, no paran de hacernos

preguntas:
- ¿Qué tal te encuentras?
- Muy bien, estoy fenomenal.
- ¿Pero te encuentras bien de verdad?
- Sí, mi amor, ya te lo he dicho...
- Es increíble lo bien que te encuentras, ¿verdad?

- Que sí, que estoy bien... no te preocupes, no me pasa nada.
Al final eres tú la que acabas tranquilizándole a él.

Si los embarazados fuesen ellos, las respuestas serían distintas:
- Antonio, ¿qué tal estas?
- Jodido, yo creo que estoy perdiendo hasta la vista.
- Pero, ¿tan mal te encuentras?

- Fatal, me quedan dos telediarios. Vas a tener que criar a nuestro

hijo tú sola.
- Es increíble lo mal que te encuentras, ¿verdad?
- Y lo que me callo, pa’ no asustarte, que la procesión va por dentro.

Total, que al final también le acabas tranquilizando tú.

Las mujeres, cuando estamos embarazadas, tenemos antojos porque se nos agudiza el sentido del olfato. Puedes oler las palomitas del cine que está en la otra manzana, o el marisco a la plancha del bar que está dos calles más abajo:

- Quiero marisco.

Y te lo trae, porque ya saben eso que dicen, que si no te conceden un antojo luego al niño le sale en el cuerpo, y claro, él no quiere que el niño nazca con cara de gamba, aunque luego sea el más gamba de su clase...

Si los hombres se quedasen embarazados sus antojos serían distintos. Con lo simples que son, se despertarían a medianoche diciendo:

- ¡Quiero una Black & Decker! ¡Necesito hacer agujeros, ya!

Y tú se la traerías, porque no te gustaría que el niño naciese con la

nariz retorcida como una broca.

También cambiaría la preparación al parto. Las mujeres no tenemos problemas con eso de tirarnos al suelo. Y respirar ahora sí, ahora no durante horas y horas. A los hombres en cuanto les dijeran: “Vamos a hacer ejercicios de relajación”, se sentarían en una mesa y sacarían el dominó:

- ¡Venga, pito doble!

Una pregunta: con la tripa que tienen ya algunos hombres, ¿cómo se les pondrá cuando estén embarazados de treinta y dos semanas? Como un dirigible. Más de uno en vez de romper aguas, romperán cerveza.

Otra: ¿se moverá el niño más en el vientre del hombre? Seguro que sí, sobre todo cuando se pongan a roncar. ¿Cómo va a saber el niño que tiene que hacer tsk, tsk, tsk, para detener el terremoto?

Y una última pregunta: ¿qué harán los hombres cuando sientan las pataditas del bebé? Las mujeres nos emocionamos y decimos: “Mira, mira, se ha movido.” Ellos directamente cantarán el gol: “¡Gol! ¡Gol de mi chico!”.

Y, en vez de ponerle música clásica para que el niño salga más

inteligente, pondrán el Carrusel Deportivo:
- Es que así se relaja el niño, es oír el gol en Las Gaunas y se queda
como una malva. ¡Esto sí que es un clásico!

Una de las cosas que más cambiaría sería el cochecito. Nosotras, que somos más prácticas, el único accesorio que le ponemos es una sombrilla, por si hace sol. Los hombres no soportarían comprarse algo que incluyese la palabra “coche” sin llenarlo de chorradas. Seguro que los venderían en los concesionarios. Se pondrían insoportables: - El mío tiene radio extraíble, es descapotable y lleva llantas de aluminio, y un alerón... No habría ningún cochecito sin alerón. Luego habrías que verles, picándose en el paseo y haciendo adelantamientos, y el pobre niño con cara de velocidad.

Y el colmo: si a los hombres ya no hay quien les soporte cuando se ponen a contar su mili en plan fantasma... para aguantarlos contando el parto:

- ¡Bufff! Lo mío sí que fue un parto con dolor. Se había acabado la epidural, la matrona y el médico sentados encima de la tripa porque llevábamos cinco horas y nada. El niño intentándolo hacia arriba, que ya estaban pensando en sacármelo por la boca. ¡Todos atacaos! Y yo: “Tranquilos; a ver, dame la tijera que me voy a hacer la cesárea...”. Tras, tras, unas puntaditas... y así que salí andando del quirófano, con mi niño en brazos, que se quedaron alucinaos.

En fin, que pensándolo bien, prefiero parir a mi hijo antes que tener

que aguantar a un hombre embarazado.

divendres, 28 de maig del 2010

LAS PREGUNTAS DE LOS NIÑOS

¿Han pensado alguna vez por qué los niños hacen tantas
preguntas? Verán, el niño llega y te dice:
- Papá, ¿me compras un "Teletubie"? - No hay "Teletubie".
La has fastidiado, porque ahí empieza ya su táctica.
- Papá, Papá, ¿por qué el mar es azul?
- Pues mira hijo, el mar es azul porque se refleja el cielo.
- Ah... Y Papá, Papá, ¿por qué el cielo es azul?
- Pues mira hijo, el cielo es azul porque... porque...son cosas de la
estratosfera.
- Papá, Papá, ¿qué es la estratosfera?
- Pues mira hijo, qué es la... osea, ¿me estás preguntando que qué es la estratosfera? ¡Yo no sé qué os enseñan ahora en el colegio, hombre! Anda, anda, toma 1000 pesetas y cómprate el "teletubie" ese.
Pues así es como lo consiguen todo: preguntando.
Estoy pasando unos días en casa de mi hermana, y mi sobrino me tiene alucinado. ¿Ustedes se han fijado que los niños hacen preguntas mucho más inteligentes que los mayores? Cuando les recoges del cole les dices: "¿Te has comido el bocadillo? ¿Has jugado con plastilina?"
Ellos en cambio plantean cuestiones como: "¿Por qué el mar no se sale? ¿Los pájaros que hay en España son españoles? ¿En el cielo hay "Corte Inglés"?"
Y es que... Es que los niños todavía no han aprendido a tener prejuicios, preguntan las cosas y no les da vergüenza. Yo he descubierto que hay tres lugares donde un niño se pone especialmente preguntón. El primero es la cama. Claro cuando tú le vas a acostar, como él no se puede dormir, te acribilla a preguntas:
- Tío, ¿los conejos se lavan los dientes?
- Sí, sí, venga hasta mañana.
- Manel, ¿por donde mean los peces?
- Por un agujerito, a dormir, a dormir.
- ¿Y los animales por qué no llevan gafas?
- Porque eh... duermen mucho y no tienen la vista cansada, eh?
Duerme, duérmete.
Y a las tantas de la madrugada, el niño se despierta, va corriendo a tu habitación, y te dice: "¿A que no se dice puta, cabrón y gilipollas? ¿A que no se dice puta, cabrón y gilipollas?
Ah! Su segundo lugar favorito para hacer preguntas es el coche. El
otro día íbamos con su padre, y de repente suelta:
- Papá, ¿por qué no tienes pelo en la cabeza?
- Vale niño, cállate y mira las nubecitas, eh? Y SI tengo pelo.
- ¡No tienes, en esta parte no tienes, no tienes, se te ve la carne!
Y el tercer sitio donde los niños se ponen filosóficos es el baño. Es
sentarse en el váter, y empezar a surgirle dudas trascendentales:
- Tío, ¿de qué color es la piel de Dios?
- Bueno... eh... Dios no tiene piel cariño, Dios es etéreo.
- Ah "etéreo" como el "radiocasete".
Aunque lo malo, no es cuando no sabes qué contestarles. Lo malo es cuando te pone en un compromiso. El otro día estábamos toda la familia en casa de la abuela, y de repente mi sobrino se encaprichó de la figurita de Lladró:
- Abuela, ¿me la das?
- No hijo, cuando yo me muera será para tí.
- Ah. ¿Y cuando te mueres?
Pero no es que los niños sean crueles, ¿eh? Es que necesitan informarse. Y es que aunque el niño diga que quiere ser bombero ó médico ó policía, la realidad es que todo niño lleva dentro un periodista nato. Un niño necesita información: la infancia es una etapa angustiosa, llena de dudas. Yo de pequeño lo pasé fatal, ¿eh? Un día le pregunté a mi madre: "Mamá, ¿de donde salen las chuletas?" Y ella me dijo: "De los corderitos cariño, los corderitos como el de Norit" ¡Como el de Norit! Vamos, pillé un berrinche...
Pero aún hay una pregunta más angustiosa para un niño: "Papá, ¿quién puede más Superman o La Masa?" Y sobre todo: "Papá, ¿quién puede más TÚ o La Masa?"
Claro, y es que el niño tiene tantas dudas, que incluso hay veces que pregunta las cosas cuando ya las ha hecho: "Mamá, ¿a qué no pasa nada si tiro los macarrones por la ventana?, no pasa nada" "¿A qué no pasa nada si las gafas de Papá se rompen?, no pasa nada" "¿A gué no pasa nada si me medo un garbando en la nariz y me lo embujo pada dentgro?, no pasa nada, no pasa nada"
Luego, hay unas preguntas para las que los mayores (los padres), se creen que están muy preparados: Las de sexo. Como se han comprado un libro tipo "La aventura de nacer", donde salen dibujitos del espermatozoide, el óvulo, ¿eh? Un primer plano en escorzo del zigoto... Todo muy bien explicado. Y claro, el niño termina de leer el libro y dice: "Vale Papá, pero ¿qué es una PAJA? ¿TÚ te haces pajas?"
¡Ah! Y cuidado, que los niños practican también el periodismo de
investigación:
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- Papá, Borja dice que el coche de su padre es mejor que el tuyo.
- Venga anda, el papá de Borja es gilipollas.
- Pues dice que es un 16 válvulas y que vale 4 millones.
- Por eso es un gilipollas. Cuando te diga eso le dices que el nuestro
vale 6 millones.
Entonces el niño, se va a contrastar la información con otra fuente: -
Mamá, ¿cuánto vale el coche de Papá?
- 4 millones.
- No Mamá, 4 millones es lo que vale el coche de Borja, Papá dice
que el suyo vale 6 millones.
- Pero, ¡6 millones!¡Tu padre es gilipollas!
- No Mamá, gilipollas es el papá de Borja.
- No, y tu padre también. ¡Se va a enterar!
Claro. Y el niño con todos estos datos, a la mañana siguiente abre su informativo diciéndome: "Manel, ¿por qué todos los padres son gilipollas?" Y él no se queda en los titulares, ¿eh? Él sigue investigando: "Manel, ¿cuánto vale tu coche?" A ver qué le digo para que no se piense que soy como su padre y el padre de Borja. Buenas noches.

dimecres, 26 de maig del 2010

COSAS RARAS DE LA TELE

Mi vida ha cambiado.

Yo estaba enganchada, como todo el mundo, a las series de televisión, todo el día con el mando como una loca... Pero mi vida cambió el día que vi Expediente X, que yo, la verdad, empecé a verla porque creí que era porno. Pero qué va, los únicos que salen en pelotas son los marcianos. Aún así me enganché, porque, a mí me gustan mucho las películas esas de misterios sin resolver. Pero me ha pasado una cosa muy rara. He descubierto que todas las series, todas, ¿eh?, están llenas de expedientes X. Y no se me escapa ni uno. Soy la Scully española.

Por ejemplo: El equipo A. ¿Cómo es posible que la policía de cincuenta estados nunca los localice y, sin embargo, va cualquier hija de ranchero a la que están haciendo chantaje, y los encuentra antes de los anuncios? ¿Dónde los busca? ¿En las páginas amarillas? ¿Por la A? ¿O por la E?

Hay otros, en cambio, a los que es muy fácil encontrar. Tú matas a alguien y a los diez minutos tienes allí a Colombo. Que por cierto, Colombo tiene otro expediente X... ¿Cómo es posible que un tío tan raro, tan feo y tan cochino resuelva todos los casos en menos de una hora? Parece un misterio, pero yo lo he aclarado. Colombo es un pesao. Este tío es capaz de conseguir que cualquiera se confiese culpable por agotamiento de lo pesao que es: ¿Qué hizo usted el jueves? ¿qué comió el jueves? ¿Lee usted El Jueves? Y así hasta que. el criminal no puede más y confiesa. Yo he visto episodios en los que personas inocentes se declaran culpables con tal de no oírle: -¡Que síííí, pesao, que fui yo... No se como la maté, pero estoy seguro de que era jueves!

En las playas de las series hay muchos expedientes x, sobre todo en California. No se entiende por qué a los vigilantes de la playa no se les ahoga la gente¡ Si van al rescate a cámara lenta...! Serán chulos playa... Y, además, ¿cómo pueden ir a cámara lenta con lo que quema la arena, si los demás vamos corriendo, apoyándonos sólo en los talones...? Y lo que más me intriga: en esa playa, ¿por qué nunca hay gente comiendo tortilla de patatas? ¿Qué mierda de playa es ésa?

Otro expediente X es Kung-Fu. Pero Kung-Fu entero, ¿eh? Esta serie va de un chino que no es chino, que va por el oeste tocando la flauta... Y camina descalzo por el desierto porque prefiere llevar los zapatos colgados al hombro, y le llaman ¡el Pequeño Saltamontes! A mí el que más me gustaba de esta serie era el maestro. Era ciego, pero paraba todas las flechas con las manos. Que digo yo que las pararía todas menos dos, porque si no, no se entiende que fuera ciego...

La edad es otro expediente X. Y si no, ¿por qué si los de Al salir de clase tienen veinticinco años siguen repitiendo COU? ¿Y qué me dicen de Lina Morgan? Hostal Royal Manzanares, una serie en la que la protagonista sigue virgen con sesenta años... ¿Eso es una comedia? ¡Coño, eso es un drama!

¿Ven ustedes como todas las series están llenas de expedientes X? Pero si hasta Expediente X es un expediente X. ¿Por qué en esa serie siempre es de noche? Que están todo el rato con las dichosas linternas, que parecen acomodadores...

Pero la serie que tiene más expedientes X es Médico de familia. Parece que el guión lo ha escrito Jiménez del Oso. Vamos a ver quién entiende esto: Antonio Valero, Alfonso, era piloto, pero viendo cómo iba Iberia lo dejó y se montó una tienda de fotos, que no le funcionaba mal. Pero como era muy emprendedor, terminó como todos los españoles: poniendo un bar. ¡Esto es un cachondeo!

Y... ¿qué guardan en la nevera en esa casa? Porque todos los productos los tienen encima de la mesa. Para mí que guardan la comida de la hija mayor. Porque está claro que no come lo mismo que los demás. Y el más grande de todos los enigmas: si todos están en la cocina, ¿por qué la Juani grita tanto?

Y no sólo la Juani. ¿Por qué da esas voces Arturo Fernández? ¿Y los de Manos a la obra? ¿Y Aladina? ¿Se los imaginan a todos juntos en la misma serie?: «¡Diiiinaaa!», «iCheeechuuu!», «¡La leche,

la

leche!»,

«¡Beniiiitoooo!»,

«¡Chaaatiiinaaa!», «iiiPeeeeedrooo!!!»... ¡Ah, no! Esto último es de los Oscars, pero da igual. Siempre gritamos, hasta en Hollywood.

dilluns, 24 de maig del 2010

REACCIONES ESTÚPIDAS ANTE EL MIEDO

Qué malo es el miedo, ¿eh? Los seres humanos no estamos preparados para el miedo, no nos sabemos comportar con dignidad. No hay más que ver la cantidad de gilipolleces que hacemos cuando tenemos miedo.

Porque vamos a ver, tú estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño, ¿y qué haces? ¡Te tapas con la sábana! ¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sábana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡Hombre, por favor!

¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, que ya tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien, fantástico. ¿Se imaginan que un día nos encontrásemos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?:

-Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?

-A ver, hay que ganarse las lentejas.

-¡Pero hombre de Dios! Salga de ahí que se va a quedar frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusilla. Máteme en la cama, que estará más cómodo.

Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro? Otra situación. Oyes un ruido raro en casa y te levantas, 'acojonao', en calzoncillos, y preguntas: -¿Hay alguien? ¿Pero qué crees, que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, te dé a gusto. ¡Ay!

Otra. Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuese Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú acojonado. ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asita de plástico que hay encima de la puerta. Ya se puede estampar si quiere, que tu vas cogido a la asita... En esta situación, las madres lo que hacen es que se agarran al bolso y se lo ponen delante, como si fuera un airbag.

¿Y cuando vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltastambién las manos del manillar. Eso es. Pero ¿qué crees que va a

pasar? ¿Que vas a salir volando como E.T.?

Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo. Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy biebebeben! Eso es, da más datos. Lanza una bengala.

¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un atracador, pensará: "Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué nochecita llevo". Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa?, ¿que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares? ¡Ay!

El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño: "Brramb". ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor.

No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si por ejemplo hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tienen problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un móvil en posición vibrador.

Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacia ti y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo, quedarse quieto.

Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta: gritar. Claro que sí, muy lógico. Si estás friendo un huevo y se te prende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco: -¡¡Que se me queman los huevos!! Y si viene otra persona, se une a ti con sus gritos: -¡Que se te queman los huevos! Pero ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Hombre, por favor!

Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo. Ahora, eso sí, ¡que me esperen muchos años!