Si buscamos en el diccionario la definición de la palabra amor encontramos que se trata de un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
¿Sabes por qué a la gente le gusta estar enamorada? Porque cuando estas enamorado te sientes vivo y eres como un niño… y a todo el mundo le gusta ser un niño.
Pero la realidad es que ya no somos niños y aunque nos sintamos como tales, aparece ese miedo que nos retiene… miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos… a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser, miedo a querer, miedo a sentir, a no querer sentir, miedo a lo desconocido… Pero si la felicidad es la ausencia de miedo... yo quiero ahuyentar todos mis miedos.
Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día… pero no nos damos cuenta que es ella la que tiene que venir a buscarnos… y eso será donde menos lo esperas, en el instituto, en el metro o en la cola del supermercado… y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, el final de un camino solo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y lo que importa es que por fin estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida.
Quiero hacer este camino contigo, quiero quererte por las mañanas y despertarte con besitos en la espalda… Quiero quererte al mediodía y hacerte cosquillitas mientras comes… Quiero quererte por la tarde y acariciarte el pelo mientras me pierdo en tu cuello… Quiero quererte por las noches y robarte un beso mientras me fundo con tu cuerpo… Quiero quererte siempre.
Porque tú me completas… Porque nadie me puede dar lo que tú me das, porque no quiero pasar un solo día más sin ti, porque quiero cuidarte, porque quiero ir contigo a un aeropuerto para coger un avión y llegar a una playa perdida y comernos a besos hasta que me olvide de que día es y me vuelva loca de tanto quererte… Solo quiero eso…
Porque cierro los ojos y ahí estás tú, en cada rincón, en cada amanecer, en cada gota de lluvia, en cada rayo de sol, en el olor a café recién hecho, en el sabor del pan recién tostado; en las noches, sobre todo en las noches.
Quiero ser tu cenicienta y bailar toda la noche, quiero que me busques por todo el reino y que deslices por mi pie suavemente el zapatito de cristal que perdí en las escaleras al dar las doce…
Quiero ser tu blancanieves, que me encuentres en el bosque, te acerques a mi lecho y me robes un beso para despertarme de este profundo sueño…
Hoy estoy más niña que nunca… ¿sabes?… creo que me estoy enamorando!
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